DESCRIPCIÓN
La manzana tiene forma redondeada. En
su interior esconden numerosas semillas de color pardo. Su piel es casi siempre
brillante y lisa.
Los diferentes colores de la piel
hacen que se diferencien las frutas en cuatro grupos: verdes, rojas, amarillas
y bicolores. Todas ellas con sabores, aromas y calidad de su carne diferentes.
Su sabor va desde el muy dulce al muy
ácido pasando por toda una mezcla de gustos acidulados y azucarados.
PRESENTACIÓN EN EL
MERCADO Y CONSERVACIÓN
Es una fruta que llama la atención en
los mercados porque se puede encontrar casi todo el año en unas magníficas
condiciones de calidad y lista para ser consumida. La manzana la solemos
encontrar entera.
Dadas las numerosas variedades de
manzanas, podemos encontrar la mayoría de ellas en el mercado desde septiembre
hasta junio, excepto la Golden Supreme que está disponible desde agosto a
noviembre o la Golden Delicious que se encuentra prácticamente todo el año.
A la hora de elegir las manzanas, se
deben desechar aquellas con golpes, pudrición, arrugas, puntos blandos, máculas
o manchas, si bien las que tienen algunas máculas más o menos oscuras o
parezcan moteadas pueden estar perfectamente sanas. Estas motas pueden estar
extendidas por toda la piel y son una de las características de algunas
variedades.
Para conservar las manzanas, se pueden mantener en bolsas de
plástico en el refrigerador tras la compra para evitar que prosiga su
maduración. Las manzanas se pueden mantener así hasta unas seis semanas. Sin
embargo, revíselas a menudo y retire cualquier manzana que empiece a ponerse
mala.
APLICACIONES
CULINARIAS
La manzana se suele comer como postre,
ya sea pelada o sin pelar. Aparte de su consumo directo se suele hacer
compota de manzanas, zumo, jaleas, pasteles y otros muchísimos más postres muy
populares.
También pueden elaborar productos tan conocidos como bebidas
alcohólicas (como la sidra asturiana), el sirope de manzana…